LA NUEVA CARRERA PARA LOS NUEVOS ARQUITECTOS
¿Se pueden ampliar las posibilidades, construir vocaciones y alcanzar la satisfacción en nuestra vida profesional?
Al inicio del 2019 impartí la segunda parte de la asignatura de Edificio Virtual en la licenciatura de arquitectura, y el semestre previo habíamos llevado la primer parte de la materia con los mismos alumnos. En estas dos asignaturas a lo largo de un año los alumnos obtienen las herramientas necesarias para iniciar a construir edificios virtuales, yendo desde el modelado básico, hasta la gestión de proyectos de mayor escala y con mayor detalle constructivo, generando así un modelo de información desarrollado con las bases para trabajar con la metodología de Building Information Modeling.
Lo que siempre se aclara al inicio de ambas asignaturas es que los modelos que construiremos no son únicamente para hacer “renders” u otro tipo de gráficos (como la mayoría de los alumnos creen) si no para simular la realidad espacial y constructiva de un edificio y a partir de ella generar su documentación.
Durante el primer día de esta segunda parte del curso aprovechamos para plantear un set up de la clase, conocernos, reconocernos y hacer un ejercicio vocacional de manera grupal. En este ejercicio enlistamos las ocupaciones que conocemos a las que se podría dedicar alguien que se haya formado profesionalmente como un arquitecto.
La mayoría de las ocasiones terminamos con una lista parecida a la siguiente:
Artes-Construcción-Paisaje-Sustentabilidad-Inmobiliaria-Diseño Industrial-Restauración-Docencia-Fotografía-Estructuras-Mobiliario-Costos-Iluminación-Valuación-Diseño-Videojuegos-Interiores-Administración-Urbanismo-Maquetas-Animación-Escritura-Historia-Representación-Patrimonio-Cine-Documentación-Carpintería-Diseño Editorial-Difusión-Diseño de Moda-Política-Turismo-Investigación-Teoría-MEP-CGI-Proyectos Ejecutivos-Tramites-Dibujo-Finanzas-Escenarios-BIM-Programación-Museografia-Ventas-Trabajo Social-Materiales-Joyería-Alimentos-Arqueología-Ergonomía-Hábitats-Ilustración-Militar-Creación de Contenido-Artes escénicas
Enlistamos al rededor de 50 ocupaciones hasta que se nos agotan las ideas, lo interesante es que algunas de estas se ejercen a partir de hacer estudios de grado o postgrado, mientras que otras pueden ser oficios que se adoptan con la experiencia y la accesibilidad a la práctica. Lo que tienen en común todos los elementos de la lista es el empleo de las habilidades obtenidas como arquitecto y cómo son aplicables a cualquiera de estos oficios a los que sin problema se les podría dedicar una vida entera.
Al final de construir la lista en conjunto, se analizan cuales de las ocupaciones se verán beneficiadas con los aprendizajes previstos para el semestre, cada alumno se presenta y menciona que ocupaciones le llaman más la atención, considerando que se encuentran en 5° Semestre o sea justo a la mitad de la licenciatura.
En este punto sucede algo interesante, los alumnos titubean y dudan sobre qué áreas de especialización son sus favoritas. Se nota un cuestionamiento personal al poder elegir más especialidades además de las 4 a las que hasta este punto están acostumbrados. Durante el ejercicio la mayoría de los estudiantes comentan que no consideraban como posibilidad poder dedicarse a escribir en una revista, diseñar y modelar para videojuegos o incluso organizar eventos de difusión de arquitectura. Al momento de elegir la mayoría de ellos mencionan una ocupación tradicional y después se atreven a especular sobre un área que les llama la atención pero que probablemente no tenían en su radar vocacional antes de ese momento.
Thinking Architecturally
Actualmente los diseñadores fuera de la ramas de la arquitectura se acercan más al estudio del design thinking, este método de trabajo en equipo para la explotación de la creatividad y el alcance de la efectividad al momento de producir diseño.
Los críticos y teóricos de la educación arquitectónica se refieren al Architectural thinking como al desarrollo y dominio de las estrategias que utilizamos al momento de hacer arquitectura. La universalidad del termino y su uso en otras disciplinas lo definen como la capacidad de articular asuntos complejos, resolver problemas, tomar decisiones o contar una historia interesante con un propósito.
Estas herramientas se mantienen como constantes al momento de trabajar en cualquier proyecto que implique utilizar la creatividad para poder solucionar problemas complejos, esto se vuelve el día a día de los arquitectos y al dominarlo obtenemos capacidades que podemos aprovechar en cualquiera de las ocupaciones ya mencionadas.
Transmitir conocimiento VS Despertar Inquietudes
En el país y en el mundo cada vez somos más las personas que obtenemos una educación en arquitectura y a la par se presenta un panorama cada día más complicado para poder emplear a todos los arquitectos en una profesión con serios problemas de oferta, demanda y regulación.
Al mismo tiempo se presentan altos porcentajes de inconformidad estudiantil que causan que del 30 al 40% de los estudiantes de todas las áreas profesionales en México cambien o deserten de sus carreras elegidas durante los primeros años de la licenciatura.
A pesar de esto, la educación tradicional en arquitectura se seguirá enfocando en continuar con la transmisión de conocimiento, mientras que otros modelos educativos buscarán fomentar la investigación y el aprovechamiento del conocimiento empírico, todo esto acotado a acercar a los futuros profesionales a las ocupaciones ya conocidas y ofertadas por la mayoría de las escuelas de formación profesional.
Acercar a los estudiantes a desarrollar un perfil profesional que les expanda sus opciones y sus intereses personales
Por supuesto que es imposible ofertar a los estudiantes todos los tópicos de todas las ocupaciones para un arquitecto dentro de una licenciatura, pero para la mayoría de los casos es suficiente con concientizar y dar a conocer la diversidad y el crecimiento que puede tener la carrera personal dentro de la arquitectura.
Será la responsabilidad de los programas escolares acercar a cada alumno a su descubrimiento personal a partir de clases introductorias, seminarios, talleres especiales o cualquier forma de difusión, aprovechando las interdisciplinas y logrando un análisis y una critica del estado actual de la profesión, dando a entender a todos sus limitantes y posibilidades.
Con estás acciones se podrá aprovechar la formación inicial de un arquitecto para abarcar ramas que requieren de más profesionales comprometidos y capaces. No todos los arquitectos tenemos que dedicarnos al interiorismo o a construir edificios, hay más necesidades que satisfacer en diferentes campos en los que un arquitecto puede desenvolverse y aportar su talento y creatividad de manera efectiva. Al final de cuentas nuestros quehaceres terminarán relacionados gracias a nuestras capacidades y a nuestros puntos de intereses en común.